QUERIDOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos

 

Hola a todos.

Hoy me invade un cierto sentimiento de alegría y de nostalgia que quiero compartir con vosotros.

Recuerdo tantas y tantas noches de reyes…donde los nervios me invadían, junto con «un no se qué» que era como un gusanillo en el estómago que me hacía una ilusión tremenda. Era una mezcla entre alegría, incertidumbre, anhelo, fantasía y por qué no, cierto miedo.

Y al llegar de ver la cabalgata, repasaba con mi madre si me traerían la Nancy, la barriguitas y la bicicleta….o el juego de magia y el de miedo… mientras le poníamos tres vasos de agua, y tres pastas de te a sus majestades de Oriente.

Mi madre me insistía en que me fuera ya a la cama porque si no, ellos pasarían de largo al llegar a mi casa y no me dejarían nada.

 

Pero eso nunca pasó, nunca pasaron de largo…

 

Por la mañana habían llenado mi salón de regalos y de ilusiones, de papeles de colores y de grandes lazos, pero sobre todo de magia y de mucho amor….todo el amor del mundo…que era lo más grande y lo que recuerdo con lágrimas en los ojos.

Porque mis reyes eran magos, eran mis protectores, los que más me querían en el mundo y los que curaban mis heridas con miles de besos… los que vigilaban mi sueño de puntillas y me arropaban entre caricias, rezos y cuentos, los que me esperaban levantados en mis primeras salidas adolescentes, los que trasnochaban de ventana en ventana mirando de reojo aquel viejo y sobre todo lento reloj; los que solo conciliaban el sueño al escuchar mis llaves a media noche…. los que me dejaban un zumo recién hecho sobre mi mesa en plena época de exámenes, los que hacían que mi ropa estuviera en el armario perfecta y planchada, los que siempre guardaban silencio si estudiaba o si dormía, los que contenían las respiración si me retrasaba en exceso, los que sufrían con mis fracasos y se entusiasmaban con mis pequeños triunfos.

Y hoy, varias décadas después, siguen mimándome como entonces, como aquella niña que aún se transparenta detrás de un cuerpo de mujer. Creo que los reyes magos solo pueden ver a los niños, y como tal, los ven así eternamente… creo que por eso los llaman magos.

 

Y cuando los miro fijamente, sin que ellos me miren, veo cómo se dibujan unas coronas imaginarias sobre sus sienes canosas, presas del tiempo y de la vida…coronas que solo llevan los grandes reyes del mundo.

Pero la historia se repite… y yo también he sido un vigilante de puntillas, y he arropado con mimos y besos. Incluso, todavía trasnocho de ventana en ventana, y es curioso, mi reloj también camina muy lento. Y cuando escucho llaves a media noche, concilio mejor el sueño.

Y también he sido paje oficial de los Reyes de mi hijo, y he mordido a escondidas pastas de te a media noche, para dejar huellas, rastros y migas del paso de los magos de Oriente por el salón de mi casa, convertido en una caja mágica de ilusiones, sorpresas y amor….todo el amor del mundo… El mismo amor que recuerdo con los mismos ojos brillantes de mi hijo, ahora ya un no tan niño.

Y espero y deseo que algún día mi hijo, cuando me mire con los ojos del corazón y de la madurez, vea que sobre mis sienes plateadas se dibuja una brillante corona mágica de eterno amor y protección.

Y como los reyes son magos, yo seguiré viendo un niño. Eternamente. Y entonces su reloj caminará más lento.

 

La historia se repite, como las mejores historias del mundo…

 

Feliz día de Reyes a todos!!

Y queridos Reyes Magos, un abrazo desde mi corazón!!

 

 

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